El 6 de agosto de 1945, el ejército estadounidense sobrevolaba la ciudad japonesa de Hiroshima para arrojar el arma que ellos mismos llamaron “Little Boy”, una bomba nuclear de 64 kilogramos capaz de generar una explosión de hasta 16 kilotones. Aquel artefacto provocó la muerte de unas 140.000 personas y arrasó con la mayor parte de Hiroshima.
Sin embargo, como apuntan en TIME hubo un edificio que fue capaz de resistir el impacto a pesar de encontrarse a unos 150 metros de la explosión. Se trata de la cúpula de Genbaku, actualmente convertido en un monumento para conmemorar la paz de Hiroshima y símbolo del mal que provoca el uso de las armas nucleares.
El edificio descrito por LIFE como “la Torre Eiffel de Hiroshima”, originariamente fue una sala de exposiciones y centro de convenciones en la ciudad construida por Jan Letzel. Ahora, como muchos otros monumentos de la Segunda Guerra Mundial repartidos por el mundo, se encarga de recordarnos la bomba de Hiroshima y una de las etapas más grises de nuestra historia para evitar que ésta vuelva a repetirse.
Créditos: Stanley Troutman | AP Photo